Descubre el País Vasco a través de 5 objetos de culto que reflejan su identidad, su saber hacer y su historia.
Makila
La makila (o makhila) es el bastón tradicional de los pastores vascos, tallado en madera de níspero y a veces revestido de cuero y metal finamente tallado. Según la tradición, cada makila lleva el nombre y el lema de su propietario. Antiguamente, se entregaba a los jóvenes para marcar su entrada en la edad adulta. La makila tiene muchos usos: como bastón, como aguijón para conducir una yunta o como formidable arma de mano, origen de la bayoneta inventada en Baiona, en Galicia, y precursora del bastón espada. La punta de acero oculta bajo su pomo grabado podía ser utilizada por los peregrinos en momentos de peligro. En Larressore, el taller Ainciart Bergara es uno de los últimos lugares donde aún se fabrican makhilas a mano.
El Yatagán
El Yatagan es el cuchillo tradicional vasco, utilizado antaño por los pastores y los cultivadores de tabaco del suroeste de Francia. Su nombre y su forma se inspiran en el yatagan, una espada turca de hoja curva. Esta navaja plegable mide unos 12 cm de largo y lleva grabados varios símbolos tradicionales, entre ellos la famosa cruz vasca (Lauburu). Una versión especial de esta navaja está hecha de madera de níspero, la tradicional madera escarificada con la que se fabrica la famosa makila. Un bonito recuerdo para llevarte de tus vacaciones de camping en el País Vasco ¡!
La chistera
¡ País Vasco es sinónimo de pelota! Para jugar a este deporte emblemático del Sudoeste, se utiliza una chistéra, un guante de mimbre largo y estrecho en forma de canalón curvado, para golpear la pelota contra el frontón. Originalmente, la «txistéra» (cesta de mimbre) se utilizaba para recoger uvas. Hoy en día, sólo una familia de artesanos, afincada en Anglet, sigue fabricando estos famosos guantes de castaño y mimbre a la manera tradicional: cortados, moldeados y trenzados a mano. Cada chistera tarda entre 20 y 25 horas en hacerse. En los últimos años han aparecido chisteras de plástico para niños en las tiendas de deportes.
La boina
Contrariamente a lo que puedas pensar, la boina vasca no es vasca, es bearnesa. Sin embargo, nació en el corazón de los Pirineos y se lleva mejor en el País Vasco. Aunque ya no se lleva tanto como antes, sigue estando muy presente en el campo y atrae a las generaciones más jóvenes en las fiestas, sobre todo en Bayona, donde la famosa boina roja está a la orden del día. Íntimamente ligado a la montaña, este flexible tocado de lana o fieltro se convirtió en el sombrero de los «soldados de la montaña»: los famosos cazadores alpinos. Hoy apenas quedan talleres de boinas 100% franceses, y los últimos están todos en los Pirineos Atlánticos.
Alpargata
¡En la región vasca, el zapato icónico es la alpargata! Llevada por los soldados de infantería del rey de Aragón desde principios del siglo XII, esta famosa sandalia de lona de algodón, cosida a mano sobre una suela de yute, se hizo muy popular en Béarn y el País Vasco en el siglo XVIII. Capital de la Soule, Mauléon-Licharre es también la capital de la alpargata del País Vasco desde hace más de un siglo. Aquí, los mejores artesanos han creado un auténtico icono de la moda: la 425, el modelo original. El taller Don Quichosse es el único fabricante que ha obtenido la etiqueta «Empresa del Patrimonio Vivo».